PREOCUPACIÓN POR EL BLOQUEO

En el bloqueo de Ciudad Satélite Norte Ayer se vivió una jornada tensa entre los bloqueados y bloqueadores, pues a momento los ánimos de los conductores de los más de un centenar de motorizados que están parados se calentaban pero no encontraron otra opción que calmarse. Mientras que en la población hay preocupación porque el gas para las cocinas se puede terminare en la ciudad y lo mismo puede pasar en los surtidor con el combustible.

Hasta ayer en horas de la tarde sobrepasaba el centenar de camiones de alto tonelaje que estaba parado a lo largo de por lo menos dos kilómetros de la carretera al norte cuyos conductores ya comenzaron a sentir la fatiga y cansancio de estar en el lugar, en algunos casos solos y en otros acompañados por algún familiar.

A pesar de las peticiones que le han hecho los transportistas a los bloqueadores, la medida de presión sigue sin ninguna alteración hasta que el Gobierno nacional atienda sus demandas “estaremos aquí hasta que las autoridades nacionales cumplan con lo que nos prometieron hace un mes y no cumplieron” señaló Vanesa Uriona, dirigente de los mototaxistas de Satélite Norte que son los que están bloqueando.

Los más beneficiados con el bloqueo han sido los transportistas de pasajeros de Warnes a Santa Cruz, quienes subieron el pasaje de Bs 6 que se paga normalmente a incluso Bs 20 utilizando dos desvíos para llegar a la capital departamental, uno por La Bélgica para salir al Urubó y otro por Clara ChuchÍo para salir al Parque Industrial de Santa Cruz, lo que causó reclamo por los usuarios, sobre todo aquellos que no querían caminar los más de tres kilómetros para cruzar el bloqueo.

En los surtidores comienza a sentirse también la preocupación porque poco a poco el combustible se va terminando, sobre todo el que es utilizado por los motorizados pequeños como es el gas y el diesel para las movilidades grandes “es posible que tengamos gasolina solamente hasta mañana. Todo se está terminando porque los camiones no están llegando de Santa Cruz”, dijo una de las venteras de uno de los surtidores de Warnes.