Por lo menos dos centenares de personas llegadas de varios lugares, sobre todo de Santa Cruz, el pasado fin de semana ingresaron y tomaron posesión de un terreno de 14 hectáreas perteneciente a la familia Paniagua Vaca Díez. Después de algunas negociaciones llegaron a un acuerdo entre partes donde las personas tienen que cancelar el valor del terreno en un plazo de seis meses. La que no quiere salir del lugar es la persona que estaba en cargada del lugar desde hace algunos años.
El mayor problema que encontró Paniagua no fue con las personas que avasallaron su terreno, sino con su casera quien se niega a abandonar el lugar mientras no se le de lo que pide aunque hasta el momento no ha querido decir qué es lo que quiere, por lo que Paniagua le ofreció una hectárea de terreno en el lugar más $us 3.000 y no aceptó, señalando que esa cantidad no le alcanza para construir su casa y que hoy le presentará una propuesta de arreglo.
Paniagua denunció que la casera está asesorada por Jaime Santa Cruz, ex dirigente cívico del Comité Pro Santa Cruz, declaraciones que fueron corroboradas por los loteadores quienes indicaron que desde el momento que ocuparon el terreno fueron amenazados por esta persona de sacarlos a la fuerza con palomillos que serían contratados en la capital departamental, si es que no abandonan el lugar.
“El doctor Jaime Santa Cruz en su carta de presentación señaló ser yerno de la casera que tenemos nosotros en la propiedad que estamos vendiendo. Él está queriendo apropiarse de mis tierras, ha venido a la propiedad que querer extorsionarnos, a amenazarnos, ingresó a mi domicilio sin ninguna autorización y es por eso que quiero hace pública esta denuncia”, indicó Paniagua.
Para hoy Paniagua espera una contrapropuesta de su casera para solucionar de una vez el problema y si es que no le convence, se procederá de acuerdo a ley, pues aparentemente esta persona trabaja con ellos desde el 2.000 y no hacen 22 años como indica, según el propietario de los terrenos.
Ayer en hora de la mañana se hirvieron presentes efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Warnes para dar garantías a los loteadores, al propietario del terreno y a la casera, pues el ambiente cada momento que pasaba se estaba tornando más caliente por lo que las personas estaban supuestamente corriendo riesgo.
Según los avasalladores, ocuparon el lugar porque quieren colaborar en el crecimiento de Warnes por eso es que al ver que los terrenos que ocuparon estaban sin ser utilizados y monte, ingresaron a ellos con el fin de tener un lote para la construcción de sus viviendas sin ganas de entrar en conflicto con el propietario, por esa razón es que entraron en negociaciones llegando a un acuerdo de compra venta de las 14 hectáreas de terreno que están a lado norte de Warnes.
Según documentos presentados por Oscar Paniagua Vaca Díez, el terreno avasallado pertenecía a su abuela María Eddy Barbery Vaca por lo que pertenecen a su familia y él está en representación de todos, además que los documentos de propiedad están hipotecados en la Cooperativa Jesús Nazareno donde tienen una deuda que hay que pagar.
Las personas ocupantes del terreno señalan que no tienen ningún problema para pagarlos por eso es que también se llegó al acuerdo con el propietario de cancelarlos en un plazo de seis meses, además supuestamente ya se le entregó parte del dinero del costo aunque todavía no han recibido ninguna documentación “los propietarios nos han mostrado la documentación nos explicaron la situación en la que se encuentran y por eso es que nosotros también aceptamos los términos del convenio”, dijo una de las personas que hay en el lugar.
Desde hace cinco años aproximadamente se vienen registrando una serie de avasallamientos de terreno en los alrededores de la ciudad de Warnes, pero solamente en uno lograron quedarse, en el Coloradillo en la zona oeste, por lo que el loteamiento de los predios de la familia Paniagua se convierte en el segundo lugar donde los avasalladores se quedan y es la primera vez que lo hacen en forma pacífica, pues en el Coloradillo se registraron varios enfrentamientos entre loteadores y policía y existen por lo menos una decena de denuncias y procesos penales entre supuestos dueños a pesar de que se conocía que el lugar pertenecía al ya fallecido Marcos Jiménez quien no tenía ningún familiar para heredarlos, pero después de fallecido aparecieron varios. El conflicto continúa en el lugar.
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