Chané
Los chanés (en guaraní tapii: "esclavo") o
izoceños (de los bañados de Izozog), constituyen una etnia de origen arahuaco
del Chaco occidental que hace aproximadamente 2.500 años abandonó la región de
las Guayanas migrando hacia el sur. Una de sus parcialidades se estableció en
los Llanos de Manso en el noroeste chaquense de la actual Argentina y al sur de
la actual Bolivia y luego acompañó a los chiriguanos en su migración hacia el
norte de la Argentina. El conjunto asociado de los pueblos chiriguano y chané
es conocido como tupí-guaraní.
Historia
Miles de años antes de la era común los arahuacos fueron
poblando las islas del mar Caribe pasando de isla en isla. El final de esta
lenta expansión fue su llegada a la isla de Cuba y a Santo Domingo, en mitad de
las Grandes Antillas, que ya estaba poblada desde 3.000 años antes de la era
común.
Por razones desconocidas, entre el año 1.500 aec y el 800,
grupos agrícolas de origen arahuaco provenientes de tierras bajas (Surinam)
abandonaron su hábitat y migraron hacia el sur portando una tradición cerámica
incisa. Excavaciones realizadas en Pailón y en la traza del gasoducto de
Bolivia al Brasil confirman la presencia chané en la región desde el siglo
VIII.1
Cronistas como Diego Felipe de Alcaya, cuentan de un pueblo
viviente entre los contrafuertes de la cordillera andina y el curso medio del
río Guapay. En la gran planicie, los valles, y a lo largo y ancho de las
riberas estaban establecidas y confederadas las comunidades bajo el mando
superior de un caudillo, a quien Alcaya designó con el título de rey. Éste
llevaba el nombre dinástico de Grigotá, tenía una cómoda vivienda y vestía una
especie de camisa de vivos colores. Subordinados a él, disponiendo de
centenares de guerreros estaban los caciques a quienes se los nombra como
Goligoli, Tundi y Vitupué.
Los chanés establecieron relaciones comerciales con los
quechuas del Imperio incaico y tribus arahuacas como los moxos. El Inca en su
afán de expandir su imperio hacia el sudeste envió al príncipe Guacane quien
logró un acuerdo con Grigotá para contrarrestar los ataques de las aguerridas
hordas guaraníes, y fundó una ciudad al costado del templo pre-incaico del
Fuerte de Samaipata. Los quechuas establecieron varios fuertes en los valles
poblados por chanés entre la serranía de la Siberia y el río Guapay.
Previo a la llegada de los españoles, los guaraníes (a
quienes también se conocen como chiriguanos) invadieron los llanos y valles
chanés en el siglo XV, derrotando al inca Guacane y a su hermano Condori, y los
soldados quechuas se retiraron hasta la región de Pojo. Los guaraníes ocuparon
Samaipata donde tomaron a las mujeres quechuas y chanés. El cacique Grigotá
logró una victoria contra los chiriguanos, pero eventualmente también su
territorio sucumbió a la invasión guaraní que dominó toda la región.
Los chanés fueron esclavizados por los chiriguanos,
conservaron su identidad étnica pero perdieron su lengua arahuaca original hace
aproximadamente 300 años, adoptando una forma del guaraní. Muchas mujeres
chanés fueron tomadas como esposas de sus amos guaraníes, lo que dio lugar a
cierta fusión de ambos pueblos. En 1892 el Ejército de Bolivia derrotó a los
chiriguanos en la Batalla de Kuruyuki (Curuyuqui), y los chanés consiguieron
liberarse de la esclavitud, migrando muchos a la Argentina.
Durante la Guerra del Chaco en 1934, 2.500 isoceños fueron
llevados prisioneros al Paraguay, la mayoría de los cuales retornó al Izozog.
Cultura
Piezas de alfarería encontradas en la campiña del
Departamento de Santa Cruz y aun dentro del actual recinto de la ciudad de
Santa Cruz de la Sierra, revelan que la comarca sirvió de morada a pueblos
poseedores de un grado de cultura. Se ha dado el nombre de chané a ese vestigio
de primitiva cultura aborigen y se aplica la misma designación a la gente que
la poseyeron y fueron los creadores de aquella cerámica.
Los antiguos chanés eran agricultores, cazadores y
pescadores. Con un sistema social desarrollado donde los linajes determinaban
los rangos sociales. Eran un pueblo sedentario, construían asentamientos
densamente poblados, con grandes casas comunes y rodeados de sus cultivos.
Entre sus cultivos se encontraban el maíz, el maní, el algodón, la mandioca (o
yuca), el zapallo y los porotos. Desarrollaron sistemas de irrigación para sus
cultivos, que aún son utilizados por sus descendientes en Izozog, para poder cultivar
satisfactoriamente en una región que carece de agua por más de seis meses.
Utilizaban hábilmente la cerámica, labraban la piedra, y enterraban a sus
muertos junto con herramientas, utensilios y víveres. Se han encontrado restos
arqueológicos chanés en el Fuerte de Samaipata, valle Abajo, Mairana,
Portachuelo, Okinawa, Cotoca, e inclusive en la región metropolitana de Santa
Cruz de la Sierra.2
Como cultura viva, aún persisten muestras de cerámica,
tejidos, elaboradas máscaras de madera y sistemas de irrigación en la región de
Izozog.
Comunidades
En la Argentina los chanés viven en el noreste de la
Provincia de Salta en las comunidades de Tuyuntí, Campo Durán y Pichanal. En la
Provincia de Jujuy habitan en las proximidades de Ledesma y San Pedro. Aproximadamente
1.400 chanés fueron censados en la Argentina (censo INDEC 2001).
En la Provincia de Salta, Departamento General José de San
Martín
Centro comunitario
Algarrobal etnia chané (en Aguaray)
Comunidad aborigen
chané Tutiatí (en Aguaray)
Comunidad aborigen
de Ikira (en Aguaray)
Consejo
comunitario chané Tuyuntí Aguaray (en Aguaray)
Comunidad aborigen
San Vicente (en General Mosconi) (chané-guaraní)
Comunidad San José
(en General Mosconi) (chané-guaraní)
Comunidad Capiazuti
(en Aguaray) (guaraní-chané)
La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI)
2004-2005, complementaria del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas
2001, dio como resultado que se reconocen y/o descienden en primera generación
del pueblo chané 2.099 personas en la Provincia de Salta. De los cuales 1.949
residen en comunidades. En todo el país se autorreconocieron 4.376 chanés,
2.016 viviendo en comunidades.3
Los izoceños (autodenominados tapy’y o timanka) se
diferencian por haber tenido un contacto menor con los chiriguanos. En Bolivia
viven a lo largo del río Parapetí en el Departamento de Santa Cruz y en la
Argentina, en las misiones de Yacuy y Che-Renta, ubicadas en las cercanías de
Tartagal.4 En el Izozog forman una capitanía que tiene al frente un capitán
grande generalmente hereditario, que administra el Parque Nacional Kaa Iya.
Desde 1994 han sido agrupados en una subalcaldía.
Los demás descendientes de la cultura chané se mestizaron en
un principio con los guaraníes, posteriormente con los colonizadores españoles
y durante los últimos dos siglos con el flujo migratorio de europeos, árabes, y
migrantes de otras partes de Bolivia y Argentina. La cultura chané es un
componente importante de la herencia cultural y étnica de las actuales
poblaciones de Santa Cruz, Tarija, Salta, Jujuy y el Chaco argentino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario